Para la perpetuación de los tópicos ha sido decisiva su reducción a las expresiones latinas que los contienen, por su concisión y rotundidad (lo que se conoce como "frases lapidarias" o dignas de ser cinceladas en piedra), al tiempo que remiten al tratamiento que los autores que las acuñaron y los que los imitaron posteriormente.
¿Te ha pasado que, cuando alguien te dice alguna frase u oración, tienes la sensación de haberla escuchado antes, aunque no sabes ¿dónde? Por ejemplo, cuando una persona mayor te dice “en mis tiempos todo era distinto, era mejor, no como ahora”, ¿no te parece algo ya muy escuchado? Esta sensación se relaciona con los tópicos literarios, que son ciertos temas o formas de ver un tema que se han fijado y mantenido a lo largo de la tradición, aunque se retoman de manera distinta. De hecho, el mismo ejemplo que te damos de la persona mayor, corresponde al tópico de la Edad de Oro, referido a la añoranza de un tiempo mejor que se considera perdido en el pasado. Como se trata de una inquietud humana constante, es muy probable que no hayan sido tus padres o abuelos los primeros en decirlo, sino que ellos simplemente hayan repetido un tópico presente ya en obras literarias de la Antigüedad y el Renacimiento.
Si pensamos en todos los enunciados que puedan haber llegado a convertirse en “lugares comunes”, la lista de tópicos podría ser interminable. Es por eso que que la siguiente lista mostrará sólo algunos de los tópicos los más conocidos y utilizados.
- Carpe Diem ("aprovecha el día"). Se trata de un tópico que incita a vivir el momento. Procede de Horacio y lo podemos observar en poetas como, por ejemplo, Garcilaso de la Vega, especialmente en el Soneto XXIII, que en otra ocasión comentaremos.
- Collige, Virgo, Rosas ("coge, doncella, las rosas"). Es una derivación del tema anterior que parte de un verso de Ausonio, poeta latino: "Coge, virgen, la rosa" y que es también una incitación a gozar del día, pero aplicado a una mujer. Góngora es otro de los poetas de lo ha manejado en aquel célebre soneto que se inicia con el verso "Mientras por competir con tu cabello...".
Religio amori: La mujer es un ser superior de raíz divina y el hombre debe profesar la fe e iniciar una vía de perfeccionamiento a su servicio.
Quejas del enamorado: Típicos de los poemas amorosos. Los celos son una variante de este tópico.
Mal de amores: El amor es entendido como una enfermedad.
Odi Et Amo (Odio y amo): El amor va ligado en muchos casos al odio.
Loco enamorado: A menudo, el amante parece perder la razón en su intento por conquistar el favor de la amada.
Amada como enemiga: Imagen en la que se observa la doble faceta de la relación amorosa.
Donna Angelicata (propia del humanismo; la amada es considerada como un ser divino, puro e inteligente; pero, a la vez, es fría y distante).
Muerte. Tópicos filosóficos-existenciales
Poder igualatorio de la muerte. La muerte trata a todos por igual.
Fugacidad de la vida. Su símbolo es la rosa marchita.
La vida es un sueño (la vida es algo ilusorio, una confusión entre la consciencia y la incosciencia), popularizado por Calderon de la barca
Contemptu mundi (Desprecio del mundo)
Aurea aetas (Edad de oro). Búsqueda de paraísos perdidos (ver arriba), añoranza del pasado.
Vita flumen (La vida como camino o río), derivado del Panta rei (πάντα ρει, todo fluye) de Heráclito.
Carpe diem (Aprovecha el momento). Llamada al disfrute de la vida provocada por la inquietud ante el paso del tiempo, y en cierto modo equivale a tempus fugit (ver arriba)
Cotidie morimur (morimos cada dia). Vivir es ir muriendo poco a poco.
Et in Arcadia ego (y yo en la Arcadia). La felicidad es efímera y su pérdida provoca nostalgia.
Aurea mediocritas (dorada mediocridad). Las cosas más insignificantes pueden ser disfrutadas y valoradas.
Muero porque no muero, con muchas reformulaciones. Posiblemente la más citada es la de Santa Teresa de Jesús: Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero,/ que muero porque no muero.
Vida. Tópicos sociales o políticos [editar]
Primum vivere, de forma completa Primum vivere deinde philosophari (Primero vivir, luego filosofar. Atribuido a Hobbes, aunque ya se utiliza una expresión similar (opuesta) en El Quijote: Metafísico estais. Es que no como.
Panem et circenses (pan y circo): originalmente de Juvenal, que fue aplicado a la España del siglo XVIII por León de Arroyal como Pan y Toros, luego utilizado por Unamuno. En el siglo XX se parafraseó en Pan y Fútbol. De alguna manera es similar al tópico de Carlos Marx: la religión es el opio del pueblo.
Sapere aude (Atrévete a saber): originalmente de Horacio, y popularizada por Immanuel Kant en su artículo ¿Qué es la Ilustración?.
Homo homini lupus (El hombre es un lobo para el hombre): originalmente de Plauto, se suele asociar al concepto de naturaleza del hombre para Hobbes
El hombre es bueno por naturaleza, a veces acompañado de La sociedad malea y pervierte; es atribuido habitualmente a Rousseau (El Emilio). Esta formulación es la más repetidamente citada, aunque no parece que sea literalmente la que empleó Rousseau: vea [Emilio] cómo deprava y pervierte la sociedad a los hombres; o Sentemos como incontestable máxima que siempre son rectos los movimientos primeros de la Naturaleza: no hay perversidad original en el pecho humano; no se halla en él un solo vicio que no se pueda decir cómo y por dónde se introdujo.[2] El tema filosófico, que debaten Hobbes, Locke, Rousseau y más autores de la época (siglos XVII y XVIII) se suele titular como el problema del estado de naturaleza. Está asociado al mito del buen salvaje (y, a través de éste, con la Edad de oro primitiva).
El fin justifica los medios: se atribuye a las ideas de Maquiavelo, aunque no aparece en sus escritos.
Amicitias immortales, de forma completa: Amicitias immortales, mortales inimicitias debere esse, de Tito Livio (Ab Urbe Condita 40.46). Las amistades deben ser eternas, y las enemistades pasajeras. Fue parafraseado por Erasmo, (Adagia 4.5.26) Amicitias immortales esse oportet (Es preciso que las amistades sean imortales.[3] También tiene sentido cuando se invierte: Inimicitias inmortales, amicitias mortales sunt, que da el refrán castellano, expresado en forma de ruego a Dios: "cuídame de mis amigos, que de mis enemigos me cuido yo"; o también invertido, pero en sentido contrario: "ten cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos".
Las expresiones judiciales no son tópicos literarios, pero sí muy usadas (habeas corpus, in dubio pro reo... véase la categoría expresiones latinas usadas en derecho) y algunas de ellas trascienden el ámbito jurídico para convertirse en reflexiones universales
dura lex, sed lex (la ley es dura, pero es la ley)
fiat iustitia et pereat mundus (hágase justicia aunque perezca el mundo